El pasado 1 de
diciembre se celebró a nivel mundial el Día Internacional contra el SIDA. A
pesar de todo lo avanzado en este campo, debemos recordar que queda mucho por
hacer todavía en la prevención de la transmisión del VIH (Virus de
InmunoDeficiencia Humana) por vía sexual. Sobre todo entre las personas
adolescentes y más jóvenes que suelen estar menos informadas.
Llevo muchos años
trabajando con Talleres de Sexo Seguro y valorando, cada vez más, la
importancia de este tipo de actuaciones como una de las maneras fundamentales
de luchar en la prevención del SIDA y de su transmisión por vía sexual. En
1989 comenzamos a ensayar en el País Vasco (por primera vez en España) la
puesta en marcha de Talleres de Sexo Seguro como una manera de responder a lo
que por entonces nos estábamos temiendo y que hoy en día, ya en pleno siglo
XXI, está sucediendo: que la transmisión del virus del SIDA a través de las
prácticas sexuales de riesgo se convirtiera en la forma más preocupante y
más frecuente por la que este virus se está extendiendo en la población.
Todo lo que se
realice con el objeto de frenar el avance del SIDA en la población es un
esfuerzo necesario, sobre todo en las personas más jóvenes. Estos
esfuerzos, aparte de la información, deberían centrarse en modificar las
actitudes erróneas y los comportamientos y conductas sexuales de riesgo
Y esto no se
consigue con charlas aisladas, o enseñando únicamente la utilización
correcta del preservativo. Y mucho menos atemorizando a la gente con los
peligros de la enfermedad del SIDA u ofertando soluciones morales del tipo: "Sea
usted monógamo/a y fiel a su pareja", o "Absténgase usted de
mantener relaciones sexuales".
El tabú social de
la sexualidad dificulta todavía hablar claro acerca de estas cuestiones.
Dificulta la transmisión de una información clara y completa, por tanto más
eficazmente preventiva. Si resulta que un Ministerio o una ConcejalIa, por
poner un ejemplo, tienen problemas con el pudor a la hora de editar un
folleto, cartel o lanzar un anuncio televisivo que supuestamente pretende
incidir en la prevención de la transmisión del VIH-SIDA por vía sexual en la
población y no pueden hablar claro, entonces resulta que sirve para bien
poco. Quizás para aumentar la confusión existente en la población. En el mejor
de los casos, las personas que reciben el mensaje, incompleto, de que hay
que utilizar el preservativo, mirarán campaña tras campaña, con mayor
aburrimiento a su televisor. Por poner el caso de una pareja de mujeres
lesbianas, estos mensajes carecen de sentido al no contemplar su situación.
Hoy en día se sabe
que la información sola no es suficiente para incidir en los hábitos y
comportamientos de la población de una manera eficaz. Se sabe pero se insiste
en campañas de información centradas en el uso del presevativo que, insisto, no
están mal pero son claramente insuficientes.
Algunas de las
dudas y preguntas concretas con que se encuentran las personas en relación a la
práctica del SEXO SEGURO, es decir, mantener relaciones sexuales
satisfactorias sin riesgo de transmisión del VIH (virus del SIDA) suelen ser
como las que siguen:
" ¿En el sexo
oral hay riesgo? Es decir ¿Si le chupas el pene a tu pareja hay riesgo de
transmisión del VIH?
¿Para quién habría
riesgo, para quien chupa o para quien es chupado?
¿Y si le besas en
los genitales? ¿Y en una penetración anal?
¿Quien penetra
lleva riesgo o quien es penetrado/a?
¿Y si introduces un
dedo en la vagina?
¿Y si hay alguna
heridita en la boca o en los labios, qué pasa?
¿Y si tocas el
semen o los fluidos vaginales, qué puede ocurrir?"
Y así muchas más
que llevamos atendiendo y respondiendo desde hace años.
Sin la intención de
una respuesta exhaustiva en este momento, podemos decir que el VIH sólo se
puede transmitir a través de 3 vías o fluidos corporales: la sangre, el
semen y los fluidos vaginales que la mujer produce al excitarse sexualmente.
AsImismo, para que
exista una transmisión del VIH por vía sexual es necesario que exista contacto
directo de alguno de estos fluidos con la mucosa bucal, genital o anal,
es decir, con los labios de la boca, con el glande del pene, la entrada de la
vagina o el esfínter anal.
Resumiendo, si hay
penetración y se usa el preservativo desde el principio NO habría riesgo
alguno, al igual que en el sexo oral o estimulación de los genitales y se
evita el contacto directo del semen o fluidos vaginales con la boca tampoco
habría posibilidad de transmisión.
El VIH no se
transmite a través de besos, abrazos, caricias de cualquier tipo o incluso
con el contacto del semen o fluidos vaginales con la piel que es un estupendo
aislante natural.
¿Más dudas al
respecto? Espero tus preguntas.
Y si ya te sabías
todo esto, enhorabuena y a practicar SEXO SEGURO, satisfactorio, saludable
y solidario
Un
saludo.
El problema… / los problemas… en la mayoría de las veces pienso que están en muy relacionados con el problema que siempre ha habido con los embarazos indeseados… ¿Por una vez no va a ocurrir nada…? ¿Total es la primera vez que lo hacemos…? ¿Y ahora donde hay una máquina expendedora…?
ResponderEliminarHay momentos en los que toda la información… en los que toda la planificación… en que todos los buenos proyectos fallan ante la urgencia y la necesidad de las hormonas… y es aquí… sin lugar a dudas donde mayor hincapié se debería de poner… Seguimos moviéndonos en un contexto social restrictivo y anquilosado en el tiempo… que tiene miedo a hablar claro… de lo que realmente es más claro… de la sexualidad… del sexo… como pasión… como deseo… y del cómo ponerle freno con un poquito de razón y de raciocinio…
De nada sirve el desarrollo de test de detección cada día más rápidos… de pruebas más eficaces… de remedios más caros y completos… pongamos la razón y al corazón en su en su sitio… y posiblemente el ahorro en viajes a Londres como en los mediados de siglo pasado… compensaran las posibles inversiones en la clave de todo el “meollo”… L A F O M A C I O N
El problema… / los problemas… en la mayoría de las veces pienso que están en muy relacionados con el problema que siempre ha habido con los embarazos indeseados… ¿Por una vez no va a ocurrir nada…? ¿Total es la primera vez que lo hacemos…? ¿Y ahora donde hay una máquina expendedora…?
Hay momentos en los que toda la información… en los que toda la planificación… en que todos los buenos proyectos fallan ante la urgencia y la necesidad de las hormonas… y es aquí… sin lugar a dudas donde mayor hincapié se debería de poner… Seguimos moviéndonos en un contexto social restrictivo y anquilosado en el tiempo… que tiene miedo a hablar claro… de lo que realmente es más claro… de la sexualidad… del sexo… como pasión… como deseo… y del cómo ponerle freno con un poquito de razón y de raciocinio…
De nada sirve el desarrollo de test de detección cada día más rápidos… de pruebas más eficaces… de remedios más caros y completos… pongamos la razón y al corazón en su en su sitio… y posiblemente el ahorro en viajes a Londres como en los mediados de siglo pasado… compensaran las posibles inversiones en la clave de todo el “meollo”…
L A F O M A C I O N
Hola Fernando muy interesante tu aportación, si que sabia que fue en el pais vasco donde se iniciaron los talleres de sexo seguro me alegra saber que tu participastes en su creación ,aunque no me extraña ,en hora buena me parece una idea muy interesante para trabajar.
ResponderEliminarEn una ocasión una comadrona de la Seguridad Social me preguntó si estaba segura de querer dejar mis anticonceptivos hormonales (que me estaban causando diversos efectos secundarios) por el preservativo, ya que los primeros eran mucho más eficaces contra embarazos no deseados.
ResponderEliminarLe respondí que sí, que lo había hablado con mi pareja y nos parecía la mejor opción y que sabíamos usarlos. Me respondió, literalmente: "ah bueno, pues si él acepta ponérselos y sabéis no hay problema".
Anonadada me quedé. En defensa de la pobre comadrona pensé 2 cosas: aparento bastante menos edad de la que tengo (fácilmente me podría haber confundido con una adolescente a pesar de tener 25 años) y Oh Dios Mio, qué cosas habrá visto esa mujer para verse impulsada a decir tal cosa.
Con esa reflexión, quiero decir, que aunque creamos que en las charlas sobre sexualidad y prevención siempre se habla de lo mismo y que los jóvenes tienen TODA esa información a su alcance, al final te das cuenta, que gran parte de la población es totalmente desconocedora de lo que a nosotros nos podrían parecer conceptos básicos.
El poder de las hormonas está muy bien, pero hay que apelar a 10 segundos (o un poco más) de razón en todos los aspectos de nuestra vida, y para poder apelar a ellos se ha de ser consciente de los riesgos de las cosas que hacemos.