LA MASTURBACIÓN FEMENINA.
PREGUNTA
Hola que tal? Mi nombre es Ana, tengo 24 años y
mantengo una relación de pareja de hace casi 7 años. Semanalmnete tenemos
relaciones sexuales 2 o 3 veces por semana. Me satisface mucho pero tengo un
problema y no quiero que se agrave.
Practicamente me masturbo yo sola 4 veces en semana
o así y a veces hasta diario. Tengo un piercing en el clitoris y me masturbo
más a menudo desde que lo tengo (hace varios meses) y no quiero que esto sea
algún problema o se convierta en un problema, no sé cómo llamarlo (ser
ninfómana). No sé si es la palabra correcta.
Me encanta el sexo y disfruto mucho haciendo lo que
hago pero la duda es si es malo masturbarse tanto? ¿Es que puedo tener adicción al sexo?
Si me podéis explicar algo os lo agradecería. No
sé... si esto puede tener consevuencias o es normal, por lo menos para quedarme
más tranquila...
Gracias.
...........
RESPUESTA
Hola Ana, ante todo agradecerte tu pregunta pues lo
que te sucede es algo normal y propio a muchísimas mujeres. Al igual que
los hombres, las mujeres son sexuadas desde que nacen y descubren la
masturbación de forma individual como algo natural. El conflicto suele ser
causado por la educación y la cultura tan represiva todavía hacia la sexualidad
femenina que llega a generar que haya personas que duden de la normalidad de la
masturbación femenina
Es curioso que aún siendo tan joven te veas afectada
por estas dudas que, insisto, son muy frecuentes en muchísimas personas y les
hacen sufrir por pensar que puedan tener un problema donde sólo existe la expresión
natural y positiva de la sexualidad humana.
Por tanto, no te masturbas en exceso pues no existe
una frecuencia que se pudiera considerar normal. La masturbación es una
conducta individual, inócua (inofensiva) y hay mucha diversidad en cuanto a la
frecuencia de la misma, tanto en las mujeres como en los hombres. Hay personas
que se masturban a diario y otras que lo hacen una vez a la semana, al mes o
que simplemente no lo practican.
Lo importante es la vivencia positiva de esa
experiencia. Puedo asegurarte que no existe una sexoadicción ni nada
similar sino la expresión de una sexualidad sana y activa propia de una mujer
joven y que acepta su cuerpo y sus necesidades sexuales.
Todavía, insisto, estamos contaminados por actitudes
sexistas que ven la sexualidad femenina diferente, inferior o más
inadecuada que la sexualidad masculina. Por ejemplo, si a un chico joven le
sucediera lo mismo que a tí, es decir, que tuviera un deseo sexual a diario, se
masturbara y mantuviera relaciones sexuales con frecuencia, no sólo no se
consideraría un problema sino algo envidiable, una manifestación de salud
sexual. Por qué no conceder esa igualda sexual también a las mujeres? Y dejar
de censurar y crear dudas y confusión, de poner "zancadillas" a una
vivencia natural, positiva y placentera de la sexualidad femenina.
Es hora que la igualdad también llegue a la
sexualidad femenina y se reconozca como algo positivo el deseo, las ganas y el
disfrute erótico. Todas y todos ganaremos mucho con ello.
Saludos.
Felicitaciones por tu blog y espero podamos vernos en el III Congreso Mundial de Sexología a principios de noviembre en Málaga donde presento una comunicación sobre malos tratos y violencia de género en parejas jóvenes
ResponderEliminarSaludos
Fernando Gálligo Estévez
Estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas, solo un pequeño matiz, para que Ana, entienda porque no es adicta al sexo.
ResponderEliminarLa adicción al sexo es una patología real, existe y es tratable. Pero obviamente, yo tampoco creo que sea el caso de Ana. Una adicción es una conducta que no podemos controlar, algo que nuestro nos cerebro nos exige y que aunque lo complazcamos, aunque llevemos a cabo la conducta adictiva, no nos proporciona bienestar, sino todo lo contrario, más ansiedad. Además, se puede distinguir una conducta adictiva de un simple hábito en el hecho que cuando realmente somos adictos a algo, no somos capaces de manejarlo, por lo que acaba interfiriendo de manera negativa en nuestra vida: laboral, educativa, familiar, etc. Por ejemplo, una persona adicta al sexo, necesitaría escaquearse del trabajo para ir a masturbarse aún sabiendo que lo pueden pillar o que lo pueden despedir. Una persona adicta al sexo, engañaría a su pareja aún sabiendo que pueden dejarlo o que van a hacer daño a la persona que quieren.
Las conductas adictivas en definitiva nos provocan dolor, descontrol y angustia. Por parte de Ana, solo veo como bien comentas, un hábito con el que disfrutar y con el que se lo pasa bien.
Muy bueno, de verdad, clarificador y tranquilizador.
ResponderEliminarLa naturalidad debería de extenderse también a la aceptación de esta parte de la sexualidad de las mujeres.
Muy buena información sobre la masturbación femenina, soy sexologa aqui os dejo una aportaciín mia. www.sexxologa.com
ResponderEliminarMuy positivo, interesante y saber todo esto ayuda a entendernos mejor. Gracias.
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