-Irene Bedmar Martín, Psicóloga y Sexóloga Clínica-
-Sexualidad femenina: 10
consejos que toda mujer debería recibir de su sexóloga-
Cualquier mujer debería
poder sentirse libre para explorar o decidir qué hacer con su cuerpo o su vida
sexual sin ningún tipo de temor o sentimiento negativo. Sin embargo, la realidad
nos confirma que -aún en nuestros días y a pesar de su supuesta liberación sexual-
muchas mujeres mantienen una relación de extrañeza, confusión e incluso rechazo
hacia su propio cuerpo.
Las razones son
numerosas: mensajes socioculturales, religiosos, asimilación de estereotipos,
prejuicios y falsas creencias, falta de una educación sexual de calidad, inseguridad
personal, experiencias negativas o traumáticas, etc.
Mi intención a la hora
de darte a conocer estos diez consejos es proporcionarte unas claves básicas
que te permitan sacar el máximo partido a tu sexualidad, partiendo de la
importantísima relación entre salud
sexual y bienestar psicológico y emocional.
1.
Selecciona rigurosamente tus
fuentes: consulta solo a expert@s
Tanto si has tenido la
suerte de recibir una adecuada educación sexual, como si no, siempre que tengas
dudas o necesites información sobre cualquier aspecto relacionado con tu
sexualidad, no lo dudes, consulta solo a profesionales especializados en
Sexología Clínica. Aunque pueda parecer obvio, esto es fundamental, porque se trata de tu salud.
Vivimos en la era de la
sobreinformación y su consecuencia lógica es la mala calidad o la falta de rigor
científico de la misma. Por tanto, seamos sensatas y realistas: es necesario ser
muy selectivas hoy en día al escoger
las fuentes de información que determinarán nuestra salud sexual.
2.
Escoge tu propio modelo sexual, sin
tratar de imponerlo a los demás
¿Te has planteado
alguna vez qué modelo de sexualidad vives o con cuál te identificas? Tu modelo
de sexualidad integra todo lo relacionado con tu modo de experimentar el sexo:
ideas o creencias, información y educación sexual recibida, tipo de prácticas y
relaciones sexuales favoritas, prioridades y valores asociados a la sexualidad,
formas de expresión, etc.
En Sexología solemos
emplear este concepto para referirnos a tres
modelos básicos que han ido surgiendo en diferentes etapas de la historia y
que actualmente “conviven”:
-
Modelo prohibitivo/falocrático: basado en una perspectiva básicamente reproductiva (genitalidad)
y en la penetración vaginal heterosexual como única práctica sexual “válida”, la
experiencia clínica evidencia su influencia en la mayoría de problemas sexuales
femeninos y masculinos.
-
Modelo preventivo: centrado
en la importancia de la prevención de enfermedades de transmisión sexual al
mantener relaciones sexuales. Sin embargo, el mensaje que nos transmite es que
el coito vaginal sigue siendo la práctica sexual más importante, por lo que es
necesario protegerse para no contraer ETS.
-
Modelo permisivo: supuso
un gran progreso a nivel de derechos sexuales y reproductivos, así como en
cuanto a la visión global de la sexualidad (aceptación de la diversidad, paso
de la prohibición al “todo vale”…), aunque la sexualidad sigue centrada en la
genitalidad y el delicado concepto de normalidad:
lo normales que una “relación sexual
completa” incluya el coito vaginal, aunque puede haber otro tipo de juego
sexual en torno a él, como los preliminares
(considerados como “entremés” previo al coito).
-
Modelo integrador:
el más completo, ya que integra aspectos que suponen un paso más en el modo de
concebir la sexualidad humana:
· Cada persona es única y
diferente; por tanto, la sexualidad humana es diversa.
· Nada es bueno o malo,
mejor o peor, sino que se trata de preferencias personales.
· La salud sexual es
importante: más vale prevenir que curar.
(Responsabilidad).
· La sexualidad debe ir asociada
a un sistema de valores (respeto, educación, comunicación adecuada, tolerancia,
buen uso de la libertad, autoaceptación y aceptación del otro, etc.).
· Conclusión: la sexualidad es una dimensión humana que nos acompaña desde
el nacimiento hasta
la muerte, algo
personal e íntimo vinculado a nuestros propios valores y que debemos cuidar
como un aspecto más de nuestra salud
(responsabilidad sí, pero no normas preestablecidas
ni ideas preconcebidas).
3. Tu cuerpo es tu aliado
¿Qué relación mantienes
con tu cuerpo? Tanto si aún estás “tomándole el pulso” como si ya crees que ya
te ha enseñado todo lo que necesitabas saber, seas joven, adulta o madura,
cuides en mayor o menor medida tu cuerpo o te dejes influenciar o no por el
constante bombardeo de mensajes sociales que las mujeres escuchamos a diario,
hay una máxima que no falla en sexualidad:
Si
realmente aceptas tu cuerpo, tu autoestima sexual te permitirá disfrutar
plenamente del sexo.
4.Entrena sabiamente tu mente y trata de erotizarla
Practica un hábito de pensamiento positivo y constructivo.
Sí, ya sé que estás harta de leer esto pero nadie te enseña una forma eficaz de
conseguirlo, ¿verdad? Pues justo a esto me refería en la clave nº 1. Actualmente
recibimos información masiva sobre “estilos de vida y pensamiento saludables”,
pero hazte esta pregunta: ¿realmente leer esto me está ayudando a cambiar mi
estilo de pensamiento?¿Estoy logrando comprometerme a entrenar de forma eficaz
y con resultados tangibles este hábito que sé que necesito? En este sentido, permíteme
un consejo: podrás leer de todo, pero solo las técnicas que los profesionales
de la psicología formados como terapeutas aplicamos cuentan con eficacia
sobradamente demostrada.
En tus relaciones sexuales, apaga el
interruptor de la racionalidad, enciende el de la fantasía y la lujuria y
déjate llevar por tus sensaciones placenteras atendiendo plenamente a tus 5
sentidos…
5.Gestiona bien tus
emociones
Las mujeres obtendrán
la auténtica igualdad en el terreno sexual cuando dejen de sentirse culpables.(Albert Ellis,creador de
la terapia racional-emotiva).
Una cita totalmente
acertada, pese al tiempo transcurrido, ya que se basa en la realidad que
planteaba al inicio: la lucha de muchas mujeres contra su naturaleza sexual,
con el consecuente coste emocional. La
buena noticia es que las mujeres aprendemos
y evolucionamos: ya vamos sabiendo que nadie debe imponernos un modelo de
sexualidad determinado, mucho menos cuando es nuestra salud emocional la que
está en juego.
Al margen de esto, si
tienes dificultades emocionales serias que afectan a tu sexualidad, mi consejo
es que enfoques toda tu atención en tus
puntos fuertes , en lugar de invertir tiempo y energía en alimentar emociones
negativas. Sé que en ocasiones esto es muy complicado, pero no deja de
tratarse de un hábito que puedes aprender, si te dejas asesorar por expertos.
6.En materia de sexo, no hay normas preestablecidas
ni límites al placer…
Esta idea encaja con el
modelo permisivo, pero sin la clave nº 7 comprobarás que se nos queda “coja” ya
que, aunque nuestra capacidad para sentir placer sea ilimitada, nuestra
conducta sexual sí debe ir vinculada a unos valores que nos permitan disfrutar
de nuestra sexualidad sin problemas para nosotras ni para nuestras parejas.
7.…Pero sí mínimos – tus valores: dignidad,
respeto, sinceridad, autoestima…
“Tus mínimos” son en
realidad la base de todo, los cimientos para que tu sexualidad sea segura,
satisfactoria y realmente placentera. ¿Cómo vas a disfrutar del sexo a solas o
en pareja si no te respetas a ti misma o si no eres capaz de empatizar con tu
pareja? Se trata de pilares fundamentales, pero existen muchos más y son
imprescindibles para que las cosas vayan bien.
8.Tu pareja no tienen por qué adivinar tu
pensamiento - Comunicación sexual
Esto es algo que, a
pesar de los años de experiencia profesional, confieso que no deja de
sorprenderme, como mujer, como psicóloga y como sexóloga: muchas mujeres siguen
confundiendo amor con habilidades empáticas y comunicativas:
“si de verdad me quiere, tiene que
saber lo que me gusta, lo que pienso en cada momento, lo que necesito, lo que
más me complace sexualmente, etc.”
Realmente hay muchas
mujeres absolutamente convencidas de esta creencia errónea y es muy
necesario que abramos de una vez los ojos a la realidad y aceptemos que hay que
echarle coraje, ser responsables y asimilar que la comunicación en la pareja es
ESENCIAL y que no crece en los
árboles, sino que hay que cultivarla día a día, mediante la empatía.
Por cierto, comunicar
no es hablar sin más, o limitarnos a la queja o la petición, sino tener muy
claro de antemano qué quiero expresar,
por qué (intencionalidad) y cómo
debo expresarlo para que realmente llegue el mensaje que quiero transmitir sin generar
malentendidos.
De acuerdo, no es tarea
fácil, de hecho implica disciplina; la buena noticia es que también se puede
aprender con la práctica y que podemos conseguir resultados impresionantes y
dar un giro totalmente positivo a nuestra relación en un momento dado.
9.Tus relaciones sexuales - La importancia de los acuerdos
En la línea de lo
anterior, una vez aprendidas una serie de habilidades básicas para una comunicación
constructiva y eficaz en la pareja, es necesario llegar a acuerdos en todo
aquello en lo que, potencialmente, se pudieran tener opiniones diferentes (algo
por cierto, completamente lógico entre las personas, aunque sean nuestra pareja).
Por ejemplo, qué prácticas sexuales se prefieren en pareja y cuándo, el modo de
expresarse en la comunicación sexual (por ejemplo, cómo sí y cómo no acariciar),
“pactos de no agresión” para sustituir el intercambio sistemático de
comentarios negativos por expresión constructiva de ideas propias, etc.
Mención aparte merece
la expresión de sentimientos en la
pareja, esto es todo un arte y suele ser una de las causas más frecuentes de
malentendidos en las relaciones de pareja, ya que las mujeres y los hombres ni pensamos ni sentimos de la misma forma,
pero sí de forma complementaria, algo
que deberíamos aprovechar para enriquecer y potenciar incluso nuestro
desarrollo integral como seres humanos…
10.“Extras y favoritos”
Pero esto no es todo.
Una siempre tiene derecho a un caprichito, a un premio, a un momento especial
de intimidad a solas y/o en pareja, a ese juguete, aroma o loción de masaje,
esa prenda especial, a esa fantasía personal o compartida que tan excitante
puede resultar o a esa práctica sexual en concreto que sólo puedes realizar a
solas o con alguien muy especial, ¿no crees?
Pues también tengo
buenas noticias que darte en este sentido: este tipo de “caprichos” no sólo te
harán pasar un buen rato, sino que a nivel neuroquímico repercuten muy positivamente
en tus emociones; por tanto, tienen un gran potencial para incrementar incluso tu
autoestima sexual y general como mujer, además de ayudarte a ampliar tu visión
de la sexualidad y potenciar tu salud física y emocional.
Si has asimilado todas
estas claves y estás dispuesta a ponerlas en práctica, ¡enhorabuena!Ya dispones
de la auténtica llave a la puerta de una dimensión mucho más rica de tu
sexualidad…
-Irene Bedmar Martín, Psicóloga y
Sexóloga Clínica-