14 DE FEBRERO
AMOR, AMAR Y ENAMORARSE
Un día estupendo para aludir al amor...o quizás como otro cualquiera. ¿Qué tendrá esa "pequeña cosa loca llamada amor", que decía el poeta, que tanto ocupa y nos preocupa?
¿Qué sabemos del AMOR? ¿Tiene fecha de caducidad? ¿Lo confundimos, acaso, con estados de enamoramiento? ¿Cuáles son los significados de "amor" y de "amar"?
Podríamos comenzar desde lo más sencillo: el amor es una emoción positiva, nunca negativa. Y es una emoción básica y universal, consustancial al ser humano.
Por tanto, somos seres biológicos dotados del instinto para amar. Así se puede comenzar a definir el amor.
"AMAR" ya es otra cosa. Nacemos y crecemos en un contexto familiar, cultural y social que nos moldea. Si esta cultura que nos ha tocado vivir sigue siendo sexista, es seguro que mujeres y hombres vamos a seguir aprendiendo significados distintos del amor, de las formas de amar y de la importancia que podamos darle a ello en nuestras vidas.
A amar, por tanto, se aprende. A amar, por tanto, se puede enseñar, fundamentalmente con el ejemplo, como modelos que somos unos de otros. No lo olvidemos.
Mientras el amor y el amar se sigan asociando preferentemente a un valor femenino, seguirá no interesando en gran medida a una mayoría de hombres (?) que lo seguirán colocando en un lugar secundario de sus vidas...porque no es algo que dé prestigio, porque es algo que "no hay quien lo entienda" (recordemos que es una emoción), porque sigue siendo, en definitiva "cosa de mujeres". O eso dicen por ahí.
Amar rima con respeto, con alegría, con generosidad, con amabilidad, un valor también en desuso. Amar rima, decíamos, con respeto, con relaciones de igualdad, con reconocer al otro en su individualidad, con las ganas de crear algo juntos.
Amar también rima com compromiso afectivo, con animarte a dar un salto y con "alcanzar las estrellas" (¡Ojo, que no es lo mismo que estrellarse!).
¿Y enamorarse? Eso también es otra cosa, dicen que se trata de un estado transitorio de atracción que, cuando es mutuo y mientras dura, es una de las experiencias más maravillosas que existen. Sentirte atraído o atraída por la otra persona y, además, ser correspondid@.
Parece que la naturaleza ha diseñado a la persona, como ser social necesario, con esta extraordinaria capacidad de enamoramiento, como manera de establecer lazos de pareja y una base para un vínculo afectivo futuro más duradero.
Esto, el enamoramiento, sí suele ser transitorio y durar semanas o incluso meses. Quien confunde un estado de enamoramiento con amar tiende a frustrarse cuando la realidad le hace reconocer al otro enamorado con sus defectos y virtudes, como persona completa y real, que es, en definitiva. Quizás el poderoso mito de la "media naranja" arraigue profundamente en las sensaciones y sentimientos derivados de este estado de enamoramiento.
Parece, entonces, que el amor es lo que queda y lo que se puede construir cuando amaina la intensidad inicial del enamorarse. Cuando nos reconocemos como personas individuales y diferentes, quizás complementarias y compatibles en muchos sentidos y nos planteamos un proyecto juntos. Cuando decidimos acompasar nuestra vida con la del ser amado y construir, pactar, crear algo diferente juntos. Algo nuestro, dando paso al nosotros como el prisma desde el que proyectar nuestras vidas.
Amor, amar y enamorarse, tres tiempos que articulan el sentido de la vida y que hay que comprender, diferenciar y, por supuesto, atreverse a experimentar.
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