APUNTES DE SEXOLOGÍA
“Pero ¿Cuál es la causa directa o real de una eyaculación precoz?”.
Ayer me hicieron esta pregunta durante una sesión de terapia. Buena pregunta y pregunta habitual, realizada por una mujer joven, en este caso, pareja de un hombre también joven, de 30 años, quienes mantenían una relación de pareja desde hacía medio año.
Generalmente existe una explicación satisfactoria a esta cuestión, Una respuesta coincidente en la mayoría de los casos y que, por el interés reiterado en la cuestión, paso a desarrollar a continuación.
Salvando las diferencias de edad, educación y experiencia vital, podemos decir que TODOS LOS HOMBRES (al igual que las mujeres) hemos sido educados y hemos crecido en un ambiente familiar donde la sexualidad ha estado, habitualmente, en el terreno del TABÚ, es decir, las cuestiones sexuales se escondían o disimulaban y no había un ambiente de naturalidad con respecto de ello.
Esto ha provocado que (CAUSA 1): el APRENDIZAJE SEXUAL, sobre todo, lo relacionado con las experiencias de masturbación o autoerotismo, se hayan realizado a escondidas, de forma disimulada, con incomodidad en muchos casos y, fundamentalmente DE FORMA RÁPIDA.
La primera causa que explica que un hombre adulto eyacule de forma muy rápida, sobre todo durante el coito o penetración vaginal, es la repetición, a lo largo de toda su vida, de experiencias de masturbación donde la RAPIDEZ es considerada una ventaja. Repetido de esta manera, una y otra vez, hace que EL CUERPO SE ACOSTUMBRE a esta PAUTA o SECUENCIA y, cuando uno desea durar más tiempo, el cuerpo nos traiciona y repetimos, una vez más, esta secuencia de rapidez.
La segunda causa que explica las dificultades de controlar la eyaculación masculina reside en la EXCESIVA GENITALIZACIÓN del cuerpo y de la erótica masculina (CAUSA 2). Cualquier caricia, beso, roce, abrazo realizado con la pareja, se traduce en una excitación genital. Como si los órganos genitales fueran una “pila” o acumulador de tensión sexual y se fueran cargando, con lo que, cuando llega el momento del coito, es muy difícil evitar el punto de orgasmo.
Desde la biología sexual, esto no debe de ser exactamente así como algo natural o fisiológico sino que también es resultado de un aprendizaje. Podemos decir que, por lo general, los hombres NO hemos desarrollado nuestra capacidad erótica corporal. Tan sólo hemos descubierto la zona genital y la hemos hiper-entrenado con los resultados frustrantes posteriores que estamos viendo
La tercera causa es, más bien, de tipo biológico. El hombre, como “macho” de la especie humana, al igual que el resto de “machos” de cualquier especie de mamíferos, tiene una TENDENCIA BIOLÓGICA (CAUSA 3) a eyacular de forma rápida. Esto se debe a un mecanismo meramente reproductor que establece esta tendencia de rapidez para favorecer la emisión del semen en la vagina y favorecer la reproducción.
A pesar de esta mala noticia y, desde mi punto de vista como sexólogo, entiendo que esta parte biológica corresponde tan sólo a un 10% como causante de la eyaculación precoz o rápida en un hombre adulto. Y que el 90% obedece a factores de APRENDIZAJE SEXUAL INCORRECTO.
La cuarta causa tiene mucho que ver con la existencia de un MODELO SEXUAL FALOCRÁTICO (Causa 4), es decir, con la creencia de que las relaciones sexuales se desarrollan, tras unos efímeros preliminares, en la excitación centrada en lo genital, en el coito o penetración y en la consecución del orgasmo durante el mismo.
Se trata de un modelo de sexualidad que genera ansiedad, obligación, preocupación por el rendimiento y, por añadidura, descontrol sobre el proceso de excitación. Quien está preocupado por dar placer no está atendiendo ni en contacto con su propio cuerpo y, con toda seguridad, sufrirá de anomalías o dificultades sexuales por ello.
Si a esto le añadimos que, por lo general, a causa del tabú sexual, las primeras experiencias sexuales (CAUSA 5) se realizan de forma escondida, sin un lugar tranquilo y adecuado, con desinformación y miedo y , nuevamente, DE FORMA RÁPIDA para acabar pronto y no ser sorprendido por los padres o molestado por cualquiera que pase cerca del coche (cuando hay suerte de disponer de un vehículo), pues ya hemos conseguido llegar a ser un hombre adulto con la dificultad sexual de la eyaculación precoz.
Comprendiendo los mecanismos que provocan una dificultad estamos en mejor posición para encontrar la solución a la misma. Por lo general la terapia sexual da muy buenos resultados en un plazo breve que no suele exceder los tres meses de tratamiento.
“Pero ¿Cuál es la causa directa o real de una eyaculación precoz?”.
Ayer me hicieron esta pregunta durante una sesión de terapia. Buena pregunta y pregunta habitual, realizada por una mujer joven, en este caso, pareja de un hombre también joven, de 30 años, quienes mantenían una relación de pareja desde hacía medio año.
Generalmente existe una explicación satisfactoria a esta cuestión, Una respuesta coincidente en la mayoría de los casos y que, por el interés reiterado en la cuestión, paso a desarrollar a continuación.
Salvando las diferencias de edad, educación y experiencia vital, podemos decir que TODOS LOS HOMBRES (al igual que las mujeres) hemos sido educados y hemos crecido en un ambiente familiar donde la sexualidad ha estado, habitualmente, en el terreno del TABÚ, es decir, las cuestiones sexuales se escondían o disimulaban y no había un ambiente de naturalidad con respecto de ello.
Esto ha provocado que (CAUSA 1): el APRENDIZAJE SEXUAL, sobre todo, lo relacionado con las experiencias de masturbación o autoerotismo, se hayan realizado a escondidas, de forma disimulada, con incomodidad en muchos casos y, fundamentalmente DE FORMA RÁPIDA.
La primera causa que explica que un hombre adulto eyacule de forma muy rápida, sobre todo durante el coito o penetración vaginal, es la repetición, a lo largo de toda su vida, de experiencias de masturbación donde la RAPIDEZ es considerada una ventaja. Repetido de esta manera, una y otra vez, hace que EL CUERPO SE ACOSTUMBRE a esta PAUTA o SECUENCIA y, cuando uno desea durar más tiempo, el cuerpo nos traiciona y repetimos, una vez más, esta secuencia de rapidez.
La segunda causa que explica las dificultades de controlar la eyaculación masculina reside en la EXCESIVA GENITALIZACIÓN del cuerpo y de la erótica masculina (CAUSA 2). Cualquier caricia, beso, roce, abrazo realizado con la pareja, se traduce en una excitación genital. Como si los órganos genitales fueran una “pila” o acumulador de tensión sexual y se fueran cargando, con lo que, cuando llega el momento del coito, es muy difícil evitar el punto de orgasmo.
Desde la biología sexual, esto no debe de ser exactamente así como algo natural o fisiológico sino que también es resultado de un aprendizaje. Podemos decir que, por lo general, los hombres NO hemos desarrollado nuestra capacidad erótica corporal. Tan sólo hemos descubierto la zona genital y la hemos hiper-entrenado con los resultados frustrantes posteriores que estamos viendo
La tercera causa es, más bien, de tipo biológico. El hombre, como “macho” de la especie humana, al igual que el resto de “machos” de cualquier especie de mamíferos, tiene una TENDENCIA BIOLÓGICA (CAUSA 3) a eyacular de forma rápida. Esto se debe a un mecanismo meramente reproductor que establece esta tendencia de rapidez para favorecer la emisión del semen en la vagina y favorecer la reproducción.
A pesar de esta mala noticia y, desde mi punto de vista como sexólogo, entiendo que esta parte biológica corresponde tan sólo a un 10% como causante de la eyaculación precoz o rápida en un hombre adulto. Y que el 90% obedece a factores de APRENDIZAJE SEXUAL INCORRECTO.
La cuarta causa tiene mucho que ver con la existencia de un MODELO SEXUAL FALOCRÁTICO (Causa 4), es decir, con la creencia de que las relaciones sexuales se desarrollan, tras unos efímeros preliminares, en la excitación centrada en lo genital, en el coito o penetración y en la consecución del orgasmo durante el mismo.
Se trata de un modelo de sexualidad que genera ansiedad, obligación, preocupación por el rendimiento y, por añadidura, descontrol sobre el proceso de excitación. Quien está preocupado por dar placer no está atendiendo ni en contacto con su propio cuerpo y, con toda seguridad, sufrirá de anomalías o dificultades sexuales por ello.
Si a esto le añadimos que, por lo general, a causa del tabú sexual, las primeras experiencias sexuales (CAUSA 5) se realizan de forma escondida, sin un lugar tranquilo y adecuado, con desinformación y miedo y , nuevamente, DE FORMA RÁPIDA para acabar pronto y no ser sorprendido por los padres o molestado por cualquiera que pase cerca del coche (cuando hay suerte de disponer de un vehículo), pues ya hemos conseguido llegar a ser un hombre adulto con la dificultad sexual de la eyaculación precoz.
Comprendiendo los mecanismos que provocan una dificultad estamos en mejor posición para encontrar la solución a la misma. Por lo general la terapia sexual da muy buenos resultados en un plazo breve que no suele exceder los tres meses de tratamiento.