1. A través del contacto físico (caricias, besos, abrazos, incluso las relaciones sexuales y eróticas en la pareja).
2. Compartiendo tiempo de calidad juntos (unas vacaciones, una escapada de fin de semana o realizando cualquier actividad placentera que implique estar concentrados en el momento presente, en el aquí y ahora, con los cinco sentidos implicados en ello y centrados en el "nosotros").
3. Haciendo regalos, que podrían ser materiales o no, algo que sabemos que la otra persona desea o anhela, sorprenderla con ese regalo que no se espera y que siempre comunica que se piensa en el otro desde sus necesidades y apetencias.
4. Con actos de servicio, que sería realizar todas aquellas tareas que, por cotidianas que puedan parecer, ayudan al bienestar de la otra persona y le hacen sentir bien. Son detalles que pueden convertirse en los más importantes actos de amor (bajar la basura, acordarse de que los yogures que le gustan al otro son desnatados, poner una lavadora o cuidar de la higiene personal para resultar más atractivo y agradable al otro).
5. Y a través de las palabras. Desde decir cuando se siente un "te quiero" al diálogo acerca de las cosas que se comparten y nos hacen sentir bien y felices juntos. Ese refuerzo verbal de todo lo bueno que se tiene y que,a menudo, se dar por evidente y por eso mismo no se menciona y que, con el paso del tiempo, parece perder su valor si no lo recordamos y lo actualizamos.
Si no nos esforzamos por comunicar el amor que sentimos a nuestra pareja, hij@s, amistades o familiares, el amor que sentimos se desvirtúa y va decolorándose. Quizás en época de crisis material pueda resultar alentador pensar y dedicar más tiempo a aquellas personas a las que amamos y que, en definitiva, le dan sentido a nuestra vida.
Los cinco lenguajes del amor están ahí para ello. Reconocerlos e identificar cuáles son nuestros lenguajes de amor preferentes y cuáles son los lenguajes de amor principales para las personas con las que compartimos nuestra vida emocional, puede ayudarnos a sentirnos bien y mantener al día las relaciones emocionales que nos sustentan.
Quizás también sea importante recordar que aquellas formas en que preferimos mostrar nuestro amor también serán las maneras en que preferimos recibirlo. hay personas más reservadas pero que están muy atentas a las necesidades del otro. Hay personas más descuidadas pero que no les cuesta decir un "te quiero".
Cada cual debe ser consciente de las maneras en que necesita que el amor le llegue e indicarlo a los demás para facilitar la comunicación mutua en este sentido. Y también esforzarse en transmitir su amor en las maneras que los otros lo necesitan.
No nos descuidemos y seamos amorosos. No hay que olvidar que, como decía el poeta, el amor es algo que cuanto más se da y más se comparte, más crece.
Y es gratuito y nos hace sentir bien. ¿Qué más podemos pedir?