Tanto la sexualidad como el arte de vivir en pareja siguen siendo asignaturas pendientes en pleno siglo XXI. Nadie nos ha educado en buenas condiciones para disfrutar de unas relaciones de pareja y una sexualidad satisfactorias. Por eso, en ocasiones, suceden cosas que no entendemos y aparecen problemas. Se trata de algo frecuente pero que tiene solución acudiendo al especialista adecuado.
Los problemas sexuales son frecuentes y se deben, en su gran mayoría, a causas de tipo psicológico: la ansiedad y el estrés, los miedos a no responder adecuadamente, la falta de información y el desconocimiento, pueden llevarnos a diversos problemas que, si no se tratan, suelen empeorar y llevar a la incomunicación y a la crisis de la misma pareja.
Muchos problemas como la eyaculación precoz, dificultades en conseguir y/o mantener la erección o, incluso, la disminución del deseo sexual o libido, nacen de un solo episodio donde ha ocurrido algún tipo de "fallo sexual" y la ansiedad, junto con el miedo a que vuelva a repetirse, provocan un problema sexual más grave. Tratarlo a tiempo ayudará a una pronta recuperación.
¿Cuándo pedir ayuda? Cuando sienta que por sus propios medios no consigue solucionar el problema sexual o las dificultades de comunicación con su pareja. No hay que sentirse mal por necesitar ayuda, incluso en estas cuestiones íntimas y personales.