¿CADUCA LA PASIÓN?
Muchas personas se preguntan si la pasión, el deseo, las ganas de mantener relaciones sexuales con la pareja se apagan y se van enfriando con el paso de los años. Si se trata de algo que debe ocurrir necesariamente o si podemos hacer algo para alargar la ilusión y el entusiasmo.
Las rutinas y el estréss que conlleva nuestra forma de vida, la falta de tiempo personal y tiempo de calidad en pareja, los hijos (si los ahí), las preocupaciones cotidianas y, sobre todo, el "dejarlo para el último momento", normalmente de noche tras una jornada agotadora y no dedicarle el tiempo y la actitud necesarios...suelen ser las causas principales de un fenómeno cada vez más corriente en nuestros días: la falta de deseo sexual.
Es evidente que toda persona y toda relación de pareja cambian con el tiempo y atraviesan diferentes fases. Por lo común podemos decir que la novedad y la epontaneidad del principio pueden ir dando paso a una mayor familiaridad y conocimiento mutuos. El enamoramiento del principio y la explosión química que conlleva se va apaciguando y, probablemente, la cantidad puede ir dando paso a más calidad en los encuentros sexuales.
Como sexólogo observo una pauta habitual en parejas que se consideran estables y que, con el tiempo, se va agravando por decirlo de alguna manera. Me refiero a la reducción del tiempo que se dedican mutuamente, tiempo de calidad, de estar juntos, de hablar, comunicarse, compartir actividades de ocio en su tiempo libre...y, por supuesto, una menor atención al momento de un encuentro sexual que puede volverse algo rutinario e incluso mecánico.
Yo diría que se convierte en dejadez y esto es grave y tiene consecuencias negativas con respecto del deseo y las ganas. ¿A quién le apetecería ir a comer a un restaurante donde los camareros bostezan continuamente, no te atienden como deberían y te sirven de prisa y corriendo con la sensación de que quieren que termines rápido y te vayas?
Considero que tenemos una gran responsabilidad en la evolución de la calidad de nuestra vida sexual en pareja. Comienza con tomar conciencia de lo que va sucediendo y pararnos a pensar qué podemos hacer para mejorar y disfrutar de esta parte de nuestra vida.
Una buena idea es hablarlo con la pareja y comprender su punto de vista. Recuperar la complicidad y hacer una "travesura" de vez en cuando, robarle unas horas a un día normal o reservarse toda una tarde en un fin de semana. Salir juntos a pasear, a comer fuera, apagar los móviles y prestar atención al otro así como a las necesidades propias.
Una buena sesión de caricias, un abrazo tranquilo para sentir y reconectar con tu cuerpo y con el de la otra persona podría ser un buen comienzo. Dejar a un lado la idea de que "hacer el amor" consiste en unos preámbulos apresurados y a un coito rápido para terminar.
Atreverte a jugar como al principio. Comunicar tus necesidades y preferencias a tu pareja ya que el silencio impide la comunicación.
Una buena idea es considerar que podemos hacer mucho por mejorar y que el paso del tiempo aporta en conocimiento, confianza y placer. O al menos ese es el reto
¿Merece la pena?
www.informacionsexual.com
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